jueves, 18 de octubre de 2012

Si tú corres, el vuela (Poema) Jheison Labrada Gordillo


Inmerso en un mar de responsabilidades
veo como me mira, me acusa
fijamente, desafiante el me mira
indicando la inutilidad de mis acciones
cual guerrero valiente con su espada
elevo mi entusiasmo y disposición
y entre más medito y me concentro
mas fuerte se hace su risa.
Poco a poco mis parpados densos se hacen
Y en mi fluye el frio de la madrugada
Débil mi cuerpo, mente y espíritu se vuelven
Como pluma en el aire caen mi partes
Envueltos por el arrullo de su cantico,
miro hacia varias direcciones,
la luz del día alteran mi ser
y es entonces cuando logro comprender
que el padre Tiempo, no perdona, no olvida,
y de ti se burla.
A abrir mis ojos pesados, soñolientos
El respira en mi nuca y me agita,
Al ver su rostro mi ser retumba,
Pues en el se esconde la alerta que mirándome grita.
Una vez mas he de comprender
Que el y toda su calaña y con mucha presura
Enmaraña mi energía pero mi cuerpo apresura.
Marca dos palitos la hora de llegada
Y como mochila de viajero en mi espalda se acomoda.
Llego agitado, mi mirada se centra,
En aquella figura que en mi trabajo representa autoridad
Se fusiona con aquella otra figura que me sigue sin piedad
Y desahoga toda su tempestad sobre mis hombros.
Una vez más se burla con crueldad,
 Deja en mí la rabia de aquel regaño
En ocasiones me deja en paz, justo cuando descanso
Pero cuando siento que se acerca,
mis responsabilidades se acumulan
nuevamente me mira, me reta.
Todo es tan pequeño, cuando no está,
Pero tan colosal cuando se encuentra a mi lado.
Al final aprovecho cada señal, cada pista que deja
en toda visita que hace con fin de destruir,
ha creado en mi la costumbre, el habito de manejar
mi tiempo y no el tiempo a mí.

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