martes, 16 de octubre de 2012

¿Sonidos Espirituales? - Cronica- Christian Beltrán

¿Sonidos Espirituales?
Cronica
Christian Beltrán


Un Jueves de bastante trabajo, 4 de octubre, 4:30 pm, la hora habitual en la que salgo a la Universidad y luego de pensar si me quedaba en la oficina adelantando trabajo hasta tarde o asistir a un concierto de sanación al que "La Profe Tatiana" nos había invitado después de clase,  decido ir a la Universidad.
Debo decir, casi decido no ir pues  no soy amante de la meditación, pero si soy respetuoso y admirador otras culturas y a eso es bueno agregarle la buena intención de la maestra quien durante todo el semestre se ha mostrado como una persona accesible y totalmente interesada en nuestro aprendizaje.

Salgo un poco tarde de la oficina, abordo un pequeño colectivo azul, que espero me lleve rápidamente a la universidad, donde tendremos una exposición sobre creatividad antes de salir a dicho concierto. 
Pero el trafico en poco y nada me ayuda, pues  hay mas que de costumbre; dentro del vehículo hace un clima especialmente cálido y después de batallar media hora con mi sueño, caigo en los brazos de Morfeo.
Pasa una hora mas o menos y me despierto justo donde me debo bajar, y salgo corriendo al salón de clases pues voy tarde.
Llego y mis compañeros están acabando su exposición puesd ya son las 7:20 pm, me da pena pero entro al aula, para mi mala suerte el salón esta con las luces apagadas y sin querer desconecto el vídeo beam, que servia como apoyo para la exposición de mis compañeros, se escuchan risas, aunque lo importante es que ya estaban terminando de exponer y esto me tranquiliza,  aunque claro,  esto parece ser parte de esos eventos raros que ocurren muy pocas veces y concluyen siempre con un evento mucho mas raro...
A las 7:30 pm salimos del salón, los hombres dejamos que las señoritas  vayan en el carro de la profesora Tatitna mientras nosotros nos vamos caminando contra el viento descomunal que hace aquella noche, y es que era una noche bien particular, recuerdo bien que en ese trayecto perdimos a uno de nuestros compañeros.
Una de las mujeres que no alcanzo a subirse al carro de la profesora Tatina, se fue de ultimas con el grupo en el que me encontraba, eramos los últimos, Juan, Nicolas, ella (Mayra) y yo hasta donde recuerdo; nos fuimos hablando acerca de arte y riendo de cuando en vez por alguna broma que decia alguien  este calor humano nos hacia bien para olvidar un poco el frió tan salvaje que nos golpeaba.
Antes de llegar a la iglesia de Loudrdes Mayra cruzo la calle y esa  fué la ultima vez que la volvimos a ver esa  noche...
Pero el viaje debia continuar y finalmente, como media hora después de caminar y superando la perdida llegamos al Teatro Acto Latino, el sitio que guardaba el enigma que asaltaba la cabeza de toda la clase.
Un sitio que parece una casa pequeña, unos minutos después un sujeto nos abre la puerta y la serie de eventos extraños continua... Un pasillo larguisimo y pequeño que parece extraido de la mente de algun escritor de peliculas de suspenso; lo cruzamos y al final aparece un pequeño café con sillas de colores donde nos sentamos conversamos un rato y justo cuando nos estábamos adaptando; aparece un hombre de barba y cabello blanco el cual nos invita a prepararnos para un viaje espiritual.
Sin mas demora se abren unas puertas e ingresamos a un pequeño teatro oscuro con unas gradas de madera un gran espacio vacío  oscuro y al fondo sobresale un manto de colores, unas velas, unos instrumentos musicales, extraños para casi todos los asistentes y un sujeto vestido de manera ceremonial el cual debo decirlo tiene un carisma especial.
Tomamos asiento, aquel hombre nos da una charla acerca de los efectos terapéuticos de la música y como incorporara algunos elementos de meditación a la experiencia; cierra con una reflexión que creo fue el detonante para que 5 minutos después el %98 de los asistentes estuviera recostado en el piso buscando alguna suerte de iluminación. 
La frase que el dijo era mas o menos que el se apropio del sueño de un artista quien pensaba que su arte podría sanar las personas que la contemplaran.
Un argumento mas que interesante para un grupo de estudiantes de diseño gráfico.
Yo por mi parte me planto en mi puesto y decido tomar una postura de observador, y mientras tanto las gradas se quedan solas, todo el mundo esta cerca al tapete de colores preparándose a tener una experiencia espiritual o simplemente experimentando con algo inexplorado.
El hombre que dirige la ceremonia manda a que todo el mundo se relaje y cierre los ojos mientras empieza a jugar con el agua y este sonido crea toda una atmósfera  yo no cerré los ojos, pero confieso que senti una sensación agradable, y es que el agua es un elemento totalmente místico  y colmado de significado, recordemos que en nuestra mayor parte somos agua, que al agua nada la detiene y que la ausencia de agua esta asociada con la sed que cuando no se sacia es mortal.
Luego empiezo a observar como el mismísimo Morfeo que me había arruyado en el bus de servicio público entra en acción y mucha gente deja de meditar para caer en un sueño profundo.
Luego de que el hombre jugara con el agua produciendo unos sonidos muy armónicos, saca una guitarra y empieza a tocarla produciendo una serie de acordes suaves, espectaculares, relajantes y a esto le suma unas estrofas que jamas había escuchado, son unos cantos existencialistas y reflexivos. Luego de esto todo vienen percusiones, y juegos con vasijas que crean ecos que invaden el cuarto.
Quizás el momento mas cumbre es mas o menos 40 minutos después que  empezó el ritual, cuando aquel hombre empieza a tocar el citar y ofrece una interpretación muy virtuosa de este instrumento, cada uno de sus sonidos evoca mística,  evoca budismo, evoca meditación, evoca a uno de estos ancianos que dieron su vida buscando la iluminación.
Luego de esto nuestro anfitrión entona una serie de mantras y ami Morfeo me empieza a atacar pues si bien he escuchado un concierto bien estructurado y muy estético, ha sido muy suave y plano.
Afortunadamente al poco tiempo, el da una reflexión e instruye a la gente a salir poco a poco del trance.
La gente empieza a despertar y empieza a contar sus anécdotas,  es así como un hombre lanza una frase bastante compleja, la cual creo nadie entendió, y otras personas  cuentan como vieron personas conocidas, fueron atacadas por colores y formas espaciales increíbles  como se hicieron uno con la ciudad y viajaron más aya del tiempo y el espacio de aquel recinto.
Siendo aproximadamente las 10:00 pm  agradecemos a este hombre que nos brindo tal desplegué conceptual, y eso si luego de fotografiar algo de la escenografía como buenos comunicadores visuales, salimos el recinto y nos disponemos a viajar a nuestros hogares para acabar de digerir este episodio en los brazos de nuestro amigo Morfeo.
Yo me voy hablando con un par de amigos y termina aquella mística tarde con un pensamiento que se me viene a la mente, con el cual lo quiero inquietar a usted amigo lector.
Más allá de la mística religiosa que envuelve la música Hindú es innegable que todo aquel que se encuentre con ella tendrá una experiencia inconsciente,  de relajación o por lo menos de organización interna, entonces ¿No será más bien que la música no solo es arte sino también espíritu en su esencia? 



2 comentarios:

  1. Hola
    Me gustaría publicar el texto, o parte de el, en mi página de facebook
    Saludos
    Juan Francisco Castro
    * Les encargo si me envían las fotos, Gracias.

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